lunes, 5 de enero de 2009

Una parábola kafkiana


Las Sirenas

Estas son las seductoras voces de la noche; también las Sirenas cantaban así. Sería injusto pensar que querían seducir; sabían que tenían garras y vientres estériles, y lo lamentaban a los gritos. No podían evitar que sus lamentos sonaran tan hermosos.

Franz Kafka

[Traducido al inglés por Joyce Carol Oates; al español por F.L.]