Poema
De Frank O’Hara
¡Dios! ¡amor! ¡sol! ¡cosas queridas y singulares!
No soy malo aunque soy perverso
quizás, y no muy raro. Moderno, sí, alicorado
a fondo, muerto de cansancio en sábanas, todavía canta
para mí las tremendas carcajadas de los árboles
en mis oídos, una amada paciente y elegida,
y la susurrante flor no siente pánico
con mi piel ensangrentada, labios hinchados, alas
su lengua sigue en mi oreja y canta. Nubes
púrpura, dudando, dicen hola sobre la hierba
y las cobijas, preguntándose si soy muy raro
con las salidas, demasiado abrupto con las puertas. Lejos
¡muy lejos! la chirriante canción ““L’amant du peuple”: veo a una niña bailar tap al amanecer.
T. de. F.L.