Se les ofreció elegir entre convertirse en reyes o mensajeros de los reyes. Como niños, todos quisieron ser mensajeros. Por lo tanto, sólo hay mensajeros que recorren velozmente el mundo, gritándose unos a otros mensajes que ya no tienen sentido, puesto que no hay reyes. Les gustaría poner fin a sus miserables vidas, pero no se animan a causa de sus juramentos de servicio.
Traducción de Fernando Lizárraga
No hay comentarios:
Publicar un comentario